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martes, 19 de abril de 2016

HISTORIA DE LA CARPA

Historia de la Carpa Común (Cyprinus carpio)

CARPA COMUN



Taxonomía
Familia: Cyprinidae
Subfamilia: Cyprininae
Genus: Cyprinus
Species: Cyprinus carpio
Subspecies: C. c. carpio – C. c. communis
Historia
Se cree que la Carpa Común, originaria de Asia, se introdujo en Europa en la época del imperio romano, hace 2.000 años. Las carpas que provenían de Asia destinadas a la cría podrían haber sido traídas en barco, y es probable que una parte de estos peces se vertiera accidentalmente en alguno de nuestros ríos.
Algunos grabados chinos de varios siglos de antigüedad representan a las carpas con una forma muy alargada, una gran cabeza y unas aletas muy desarrolladas, tal y como aún se las puede encontrar en algunos ríos.
Esta especie está presente en la cultura gastronómica de muchos países tales como Polonia, Rusia, Hungría y Rumanía.
A finales de 1991, un grupo de arqueólogos que se hallaba inspeccionando el viejo lecho del Sena, al este de París, descubrieron junto a embarcaciones y utensilios de sílex, fósiles de carpas que datan de más de 6.000 años A.D.C.
La carpa se encuentra hoy en día casi en todo el mundo (China, Japón, Estados Unidos, Australia, África del Sur, Europa y en los países escandinavos). En España, no existe ninguna región donde la carpa no esté presente.
La Carpa en Europa
Los primeros en introducir las carpas en Europa fueron los romanos y los griegos. En esta época las carpas fueron reproducidas en su forma original y se hicieron repoblaciones en muchos ríos y lagos de Europa con fines alimenticios, pero todavía no se puede hablar de una repoblación consciente y organizada. Posteriormente fueron los monjes de Europa central en la Edad Media, los que motivados por el frente de hambre que azotaba el continente, vieron en la carpa una auténtica fuente de alimentación, fácil de mantener y reproducir. Los monjes fueron los pioneros en llevar a cabo mediante métodos naturales de reproducción y selección de especímenes, la rentabilización de la producción.
Primero se dedicaron a hacer una selección de las carpas más grandes, luego cruzaron estos ejemplares consiguiendo de esta forma aumentar el tamaño medio de la especie.
A continuación seleccionaron ejemplares con anomalías genéticas, para ser más exactos seleccionaron ejemplares con falta de escamas, estos los cruzaron entre si hasta conseguir un ejemplar prácticamente sin escamas. El objetivo de todos estos cruces, que hoy en día llamaríamos manipulación genética, era conseguir carpas muy grandes con mucha carne y pocas escamas, más fáciles de limpiar.
Durante toda la Edad Media fueron distribuidas por toda Europa y aunque parezca mentira, Inglaterra (la cuna del carpfishing) fue el último país repoblado (1514 Leonard Mascal). Después de la Edad Media se produjo un gran parón hasta que a finales del siglo XIX comenzó lo que podríamos llamar la revolución genética. Gracias a Mendel y a otros biólogos, los conocimientos genéticos evolucionaron mucho, así que no era necesario experimentar y esperar los resultados durante años. Los cruces y las fecundaciones pasaron a hacerse directamente en el laboratorio, pudiendo así realizar una selección más rápida y efectiva. En la actualidad se actúa directamente sobre el embrión, pudiendo elegir de antemano variedad, anatomía, sexo, etcétera.
La Carpa en España
En nuestro país nadie se molestó en hacer manipulaciones genéticas, simplemente fueron introducidas por los romanos en su forma original, lo que hoy en día denominamos “carpa salvaje”. Durante varios siglos, bien por la ayuda del hombre o por sí solas fueron poblando toda la Península.
Hasta principios del siglo pasado no tenemos constancia de que se hicieran repoblaciones, por lo menos oficialmente. Posteriormente entre los años 1920-1930 se hicieron repoblaciones no oficiales, el origen y la genética de las mismas es desconocida. Entre los años 1953-1963 el Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza llevó a cabo repoblaciones masivas de carpa royal en toda la Península Ibérica. Las carpas utilizadas en la repoblación provenían de una piscifactoría de Aranjuez que importó especímenes de Alemania y Holanda. Desde entonces hasta la fecha de hoy se ha continuado haciendo. En algunos embalses españoles todavía se pueden encontrar grandes poblaciones de estas carpas o por los menos ejemplares de cruces con carpa salvaje, que siguen manteniendo las características genéticas y se distinguen claramente de la carpa que pescamos habitualmente.