CARPA
Por destacar algún dato, tienen una gran resistencia en aguas con falta de oxigeno, y también a las altas temperaturas; puede resistir en aguas desde apenas cero grados centígrados, hasta los 30 grados sin apenas inmutarse, ya que su grado de adaptación es, con diferencia, superior a otras especies.
En invierno su actividad se para considerablemente, conociéndose esta época como periodo de hibernación. La carpa deja de comer o al menos se mueve menos para buscar su alimento si la temperatura baja de los 4 grados centígrados, y un solo grado de diferencia puede determinar su actividad, volviendo esta a estar mas activa a partir de la primavera, que es cuando la temperatura de los ríos y embalses empieza a subir gradualmente.
Le gustan las aguas paradas o de poca corriente y, en ocasiones, la podemos encontrar en profundidades insospechadas de hasta 20 metros, dependiendo de la climatología de cada época del año.
La época de reproducción ó freza de esta especie se produce a una temperatura del agua de entre 15 y 21 grados centígrados, haciendo desplazamientos a aguas poco profundas como reculas, arroyos y entradas de río, realizando puestas comprendidas entre 100.000 y 500.000 huevos, dependiendo de la edad y tamaño de cada hembra.
Los meses mas idóneos son los comprendidos entre Abril y Mayo, pudiéndose prolongar hasta Junio. Dependiendo de la temperatura del agua, será mayor o menor el periodo de incubación, aunque normalmente y según la zona, el desove se produce en un periodo de 15 días de forma escalonada, según la edad de cada hembra. Los machos, en época de reproducción, llegan a perder gran parte de su peso. Muchos de ellos se quedan cuidando de los huevos sin apenas tomar bocado. En esta época es frecuente verlas cerca de la orilla y nos hará disfrutar viendo como machos y hembras aletean y se persiguen por las orillas, imágenes irrepetibles que podremos disfrutar año tras año.
EL BARBO
En España hoy en día existen hasta ocho especies de barbos, aunque hace años solo existían dos, las cuales eran: el barbo común y el barbo atruchado ó de montaña. El común puede llegar a tener un tamaño de hasta un metro, mientras que el atruchado ó de montaña apenas llega a los 25 ó 30 cm. por destacar un dato, este tiene la piel decorada con pintas como las truchas y por ello obtiene ese nombre.
El barbo común es más abundante en ríos caudalosos y pantanos ó grandes lagos, mientras que por el contrario, el atruchado, se encuentra más en zonas de montaña y pequeños ríos, escondiéndose entre las piedras que hay en las corrientes.
El barbo es un pez que principalmente se alimenta de insectos, frutos, larvas, cereales como el trigo o el maíz, sintiendo especial debilidad por la lombriz. También hoy en día se le puede pescar con boilie o pellet ya que es una especie que se adapta fácilmente por esta clase de alimento. Hay que destacar también que el barbo una vez que prueba un cebo, no será muy difícil volverlo a pescar, ya que lo recuerdan con facilidad y por tanto sus ganas de tomarlo harán que caiga en nuestro anzuelo.
Este pez tiene una picada que poco tiene que envidiar a otras especies ya que es, en todo momento, una picada decidida y por lo tanto si se clava en nuestro anzuelo la picada se hará notar, ya que saldrá como un cohete y sacara una buena cantidad de hilo de nuestro carrete.
Las especies de barbos que hay hoy en día en nuestro país son las siguientes:
Barbo de Graells (Barbus graellsi)
Barbo colirrojo (Barbus haasi)
Barbo común (Barbus bocagei)
Barbo comizo (Barbus comizo)
Barbo cabecicorto (Barbus microcephalus)
Barbo gitano o barbo andaluz (Barbus sclateri)
Barbo mediterráneo (Barbus guiraonis)
Barbo de montaña o barbo truchero (Barbus meridionalis)
por Carlos Reguilón Gallego
